¡Hola! Si estás leyendo esto, probablemente eres un joven profesional o un nuevo colaborador en una empresa, navegando por el mundo laboral con toda la energía y las ganas de comerte el mundo.
Pero déjame contarte algo que, como mexicano, resuena mucho en nuestra cultura: en México, “cagar“ a alguien no tiene nada que ver con el baño, sino con regañar o señalar un error.
¿Te ha pasado que tu jefe, un cliente, tu papá o incluso un amigo te «caga» y sientes que el mundo se te viene encima? Ese momento en que piensas: “Me regañaron, soy un fracaso“. Bueno, permíteme ser honesto y empático contigo: el 99 % de las veces, esa “cagada“ no es un ataque personal, sino una señal clara de que hay un error que cometiste, algo que pudiste hacer diferente o una oportunidad de mejora que no viste venir.
Entiendo perfectamente cómo se siente. Yo también he estado ahí: el nudo en el estómago, la autocrítica que no para, y esa tentación de victimizarse, de decir “Es que el jefe es injusto“ o “Nadie me explicó bien“. Es humano sentirlo; todos hemos pasado por momentos de vulnerabilidad emocional en el trabajo. El estrés laboral puede hacernos sentir expuestos, y es normal que las emociones se desborden. Pero aquí va la parte asertiva: victimizarse no te lleva a ningún lado. Al contrario, te atrapa en un ciclo de excusas que te impide crecer. Imagina esto como una conversación con un amigo: no te estoy juzgando, te estoy invitando a mirarte al espejo con compasión, pero también con firmeza. Porque tú tienes el poder de cambiar esa narrativa.
¿Por qué dejamos de victimarnos y nos empoderamos?
Piensa en esto: cuando te sientes «cagado», es porque en el fondo sabes que hay verdad en ese feedback. Tal vez no planificaste bien una tarea, o tomaste una decisión apresurada sin optimizar recursos. En lugar de culpar al exterior, ¿qué tal si lo ves como una invitación a empoderarte? Empoderarse significa tomar las riendas de tu carrera con responsabilidad y compromiso. Se trata de ligarte a resultados concretos, no a intenciones vagas. Aquí va un enfoque humano y práctico para lograrlo:
- Comprométete con acciones bien planeadas: Antes de saltar a la acción, pregúntate: ¿Qué resultado quiero lograr? ¿Cuáles son los pasos claros y medibles? Planificar no es ser rígido; es ser inteligente. Por ejemplo, si un proyecto falló, en lugar de decir “Me cagaron por eso“, analiza: “¿Qué pude haber anticipado? ¿Cómo lo hago mejor la próxima vez?“. Esto te hace proactivo, no reactivo.
- Optimiza recursos en toma de decisiones ágiles e inteligentes: En el mundo laboral actual, todo es rápido. Pero ágil no significa impulsivo. Usa tu empatía para entender las necesidades del equipo, evalúa los recursos disponibles (tiempo, dinero, herramientas) y decide con inteligencia emocional. Si sientes que una decisión te expone a un error, pregúntate: “¿Esto alinea con mis metas? ¿Hay una forma más eficiente?“. Recuerda, los errores son datos, no derrotas. Cada “cagada“ es una lección que te hace más resiliente.
Desde una perspectiva emocional, sé que esto puede doler al principio. Sentir que fallaste toca fibras profundas, como el miedo al rechazo o la inseguridad. Pero la empatía hacia ti mismo es clave: sé amable contigo, reconoce tus emociones, y luego actúa con asertividad. No se trata de ser perfecto, sino de crecer. Al empoderarte, no solo mejoras tus resultados, sino que inspiras a tu equipo y te conviertes en un colaborador valioso. Empresas buscan personas que se comprometan, no que se excusen.
En resumen, la próxima vez que te sientas “cagado“, respira hondo, agradece el feedback (aunque duela) y transfórmalo en combustible para tu crecimiento. Deja la victimización atrás; elige el empoderamiento. Tú eres capaz de ligarte a acciones impactantes y decisiones que cambien tu trayectoria profesional. ¡Tú puedes!
Recomendaciones de libros para contextualizarte
Para profundizar en estos temas de empoderamiento, responsabilidad emocional y crecimiento profesional, te recomiendo estos cinco libros. Cada uno ofrece herramientas prácticas y perspectivas humanas que te ayudarán a dejar la victimización y abrazar una mentalidad de acción. Te invito a buscarlos en tu librería favorita o en línea; valen cada página.
1. “Mindset: La actitud del éxito“ de Carol S. Dweck
Esta obra explora la diferencia entre una mentalidad fija (donde ves los errores como fracasos personales) y una de crecimiento (donde los ves como oportunidades). Dweck, psicóloga renombrada, usa ejemplos reales para mostrarte cómo cambiar tu perspectiva y empoderarte en el trabajo y la vida. Ideal si quieres dejar de victimizarte y cultivar resiliencia.
2. “Extreme Ownership: How U.S. Navy SEALs Lead and Win“ de Jocko Willink y Leif Babin
Basado en experiencias de guerra y liderazgo, este libro enseña a tomar responsabilidad total por tus acciones y resultados, sin excusas. Con un enfoque asertivo pero empático, los autores te guían para comprometerte con decisiones ágiles en entornos de alta presión. Perfecto para profesionales que buscan optimizar recursos y liderar con inteligencia.
3. “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva“ de Stephen R. Covey
Covey presenta hábitos prácticos para ser proactivo, planificar con fin en mente y buscar sinergias. Desde una vista emocional y laboral, enfatiza el empoderamiento personal y el compromiso con resultados éticos. Es un clásico que te invita a reflexionar sobre cómo tus decisiones impactan tu carrera, con empatía hacia tus desafíos humanos.
4. “Inteligencia emocional“ de Daniel Goleman
Goleman explica cómo manejar emociones para tomar decisiones inteligentes y evitar la victimización. Con base en neurociencia, ofrece herramientas para la autoconciencia y la empatía en el trabajo, ayudándote a transformar regaños en oportunidades de mejora. Un must-read para equilibrar lo emocional con lo profesional.
5. “Daring Greatly: How the Courage to Be Vulnerable Transforms the Way We Live, Love, Parent, and Lead“ de Brené Brown
Brown, investigadora de la vulnerabilidad, te anima a abrazar tus errores con empatía y asertividad, en lugar de victimizarte. Enfocado en el liderazgo y el trabajo, promueve acciones valientes y planeadas para lograr resultados auténticos. Te inspirará a comprometerte con tu crecimiento de manera humana y poderosa.
¡Espero que esta redacción te motive a actuar! Si la lees y sientes un clic, compártela o cuéntame en los comentarios qué libro leerás primero. Recuerda: el cambio empieza contigo. ¡Adelante!

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